En España, donde la religión católica es mayoritaria, la Semana Santa tiene un fuerte componente religioso, relacionado principalmente con la muerte y resurrección de Jesús.
Pero en otros países las tradiciones pascuales son de lo más variadas, y aunque tengan o no que ver con una cuestiones religiosas, cada pueblo le da su propia significación.
A continuación vamos a ver algunas de todas esas tradiciones que no solo se realizan en el país de origen, sino que muchas veces son conservadas por las diásporas alrededor del mundo.
Las Pascuas religiosas
Para los cristianos, la Pascua es una de las fechas más sagradas y antiguas que hay, porque conmemora la crucifixión y resurrección de Jesucristo.
En nuestro país es muy común que para estas fechas se celebren las procesiones, más típicas en las ciudades del sur (especialmente en Málaga y Sevilla), y se paseen por las calles los tronos con imágenes de la pasión de Jesús junto con multitud de nazarenos que lo acompañan, es decir, se pueden ver los acontecimientos narrados en el Nuevo Testamento desde la Última Cena hasta la resurrección a modo de representación en imágenes.
Uno de los días más importantes de la Semana Santa es el Domingo de Ramos, que conmemora la entrada de Jesús en Jerusalén para dar comienzo a su pasión y muerte en la cruz, aunque también son muy importantes tanto el jueves como el viernes Santo.
Pésaj
Conocida también como la Pascua judía, es la festividad que conmemora la salida del pueblo hebreo de Egipto, según relata El libro del Éxodo. Este acontecimiento es considerado el nacimiento del pueblo judío.
La festividad dura siete días y durante la misma está prohibida la ingesta de alimentos derivados de cereales fermentados (Jametz en hebreo). En su lugar, se acostumbra comer Matzá, un pan no fermentado.
Según la tradición, el pueblo judío salió de Egipto con mucha prisa y sin tiempo de prepararse, por lo que no hubo tiempo de dejar leudar el pan y por eso Dios ordenó no comerlo.
El Séder de Pésaj es el ritual más importante de esta fecha y se celebra la primera noche de Pésaj (en la diáspora suelen ser las primeras dos noches). Consiste en una cena durante la cual se relata la historia de la salida de los judíos de Egipto, se comen alimentos especiales y se realizan varios brindis.
Los huevos de Pascua
Son el símbolo más reconocido de esta fecha. Tienen un origen pagano: era considerado un símbolo de fertilidad en el antiguo Egipto.
Para la conmemoración de la Pascua se hace todo tipo de cosas con ellos, como decoraciones, búsquedas del tesoro y hasta se los cuelga en árboles. En nuestro país, la costumbre es comer deliciosos huevos de chocolate.
En Estados Unidos, Alemania, Suecia, Suiza y Canadá, entre otros países, los padres esconden huevos de Pascua y dulces en los jardines de sus casas para que sus hijos los encuentren. También suelen hacerse varias búsquedas barriales para que los vecinos se diviertan todos juntos.
Y esto nos lleva a otra figura muy importante: el conejo. Al igual que los huevos, los conejos y las liebres han sido símbolos de fertilidad desde la antigüedad. La tradición del conejo que carga con huevos y regalos para los niños se habría originado en Alemania.
El conejito de Pascua en Suecia, Alemania, Austria y Suiza es una liebre, mientras que en Estados Unidos, Canadá y Australia es un conejo propiamente dicho. En Australia se aprovecha esta tradición con el fin de concientizar sobre una de las especies en extinción: el bilby, un marsupial con el que se reemplaza al tradicional conejito para traer dulces a los niños.
Campanas
En Francia, Bélgica y Holanda, las campanas de la Iglesias no suenan, como símbolo de luto. Esto tiene que ver con una tradición que dice que las campanas vuelan a los campanarios de Roma para regresar luego en Pascua con regalos, huevos, conejos y campanas de chocolate para los niños.
Como es de esperar, aquí no se utiliza la tradición del conejo de pascua, pues son las campanas las que traen regalos.
Quemar a Judas
Es uno de los rituales más famosos de Brasil. Consiste en quemar un muñeco del apóstol que traicionó a Jesús. Se realiza el sábado de Gloria para celebrar el final de la cuaresma en torno de un pequeño carnaval.
La gente fabrica Judas de paja, los cuelga en las calles y los destruye con golpes e incendiándolos.
Últimamente, también se han sumado figuras de políticos involucrados en escándalos o con los que la gente manifiesta su disconformidad.
Juegos
Existen muchos juegos que se realizan durante la Pascua y que provienen de diferentes tradiciones.
En Estados Unidos se juega a rodar el huevo. Cada jugador necesita un huevo duro pintado y un palo largo tipo de golf. Se ponen los huevos en el suelo formando una línea recta y cada competidor se coloca por detrás.
Luego del clásico “preparados, listos, ya”, los participante deben empujar su huevo hasta llegar a la meta y el primero que lo logra gana. Este juego se realiza el Lunes de Pascua en la Casa Blanca, donde el presidente comparte con varias familias invitadas para celebrar el fin de la Pascua.
Otro juego muy divertido es armenio, aunque también se realiza en Alemania y en Austria. Se ponen varios huevos duros pintados de rojo en el centro de la mesa. Los jugadores toman uno y se ubican en ronda.
El primer jugador golpea la punta del huevo del que tiene a su derecha. Si logra resquebrajar la cáscara, el otro queda eliminado. Si no, es el turno del participante de su derecha. El ganador es el que acaba con la cáscara de huevo intacta.
Este juego es ideal para el almuerzo del Domingo de Pascua, en el que la familia se reúne a comer y a celebrar.
Por último, en Suiza, donde los niños suelen decorar los huevos duros, existe un juego que consiste en que un adulto arroje una moneda al huevo pintado del niño. Si el huevo queda intacto, entonces el niño puede quedarse con la moneda. Pero si lo rompe, el adulto se queda con la moneda y el huevo. La idea es regalar a los niños algunas moneditas, pero de manera divertida.
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